JIMENA
Guevara Guevara
-URÓBOROS-
En esta página conocerás algunas experiencias de vida que he querido compartir. Soy Jimena Guevara, una joven colombiana que mediante el arte, la educación, el emprendimiento social y la crítica expresa el sentir de una juventud latinoamericana diversa, activa, irónica y confusa.
"Protegédme de la sabiduría que no llora, de la filosofía que no ríe y de la grandeza que no se inclina ante los niños" Khalil Gibran
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Ser y sentir
De qué estás hecho
Tat tuam asi: "Eso eres tú":
Agua
Apas
Gusto
Tierra
Prithvi
Olfato
Fuego
Vahni
Visión
Aire
Vayu
Tacto
Éter
Akasha
Oído
Tu destreza para hacer danzar mi alma
Sobre un lago de aguas profundas
se deslizan las verdades que despertaste en mi alma.
Ligeras danzan misteriosas
mientras bañan sus delicados trajes bajo la luz de la luna.
Seres de la noche susurran secretos
que anclan sus raíces en la tierra húmeda,
y yo me pregunto ¿a dónde irán a resguardarse
los temores que se alejan entre sombras espectrales?
Sus formas mueren de hambre
por no hallar oscuridad en mi corazón.
Encuéntrense ahora el silencio
con las armoniosas voces de memorias subacuáticas.
Encuéntrense los amantes,
portadores del fuego sagrado
en el que arde infinitamente la existencia.
Recuerden los vientos helados
sus viajes por desérticos caminos y abandonen la prisa,
Que las historias llegarán a puerto un día
Reuniendo humanidades de otros tiempos
con las esperanzadoras miradas de los que vendrán.
Barcos de otras tierras
traerán sobre cubierta nuestra leyenda,
revivida infinitas veces en los besos de los hechos uno
que se aventuraron a navegar
por los océanos dorados del amor
a bordo de su alma.
Ante mi mirada
No te ocultes ante mi mirada,
déjame contemplarte plenamente.
En tus oscuras tormentas estaré atenta
preparando mi balsa para navegar en
el embravecido océano de fuego.
Cuando llegue el momento,
prepara tus sentidos
pues hacia ellos apuntaré
las agudas flechas de mi arco
que te desnudarán el alma.
Soy yo quien te busca,
soy yo quien te entrego el dulce
néctar de la pasión divina.
Mantén entonces fija tu mirada
solamente en mí,
que cuando observes sin temor ni duda,
allí estaré recibiéndote.
Por fin la visión profunda
que ilumina desde el centro
inundará de dicha tu mirada enceguecida.